DOCTRINAS RELIGIOSAS

 

DOCTRINA

Una doctrina es una serie de creencias, enseñanzas o instrucciones que fomentan las religiones a sus fieles, sobre los principios o posiciones que se mantienen respecto a una cuestión determinada.

TEÍSMO

Es la creencia de que existe un Dios o Ser Supremo, independientemente de la enseñanza o revelación de cualquier religión en particular. Los creyentes afirman que Dios aún sigue gobernando y se encarga de conservar o destruir lo que creó. Existen religiones teístas como el judaísmo, cristianismo e islam.

PANTEÍSMO

Es la creencia que considera a Dios como idéntico con el universo material o las fuerzas de la naturaleza, es decir, según esta doctrina filosófica el universo entero, la naturaleza y Dios son lo mismo.  

DEÍSMO

Es una filosofía que deriva la existencia y la naturaleza de Dios de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición.

ATEÍSMO

Es la postura o la convicción de que no existe ningún Dios o Ser Supremo. Donde niega, además la verdad de toda fe o creencias relacionadas con seres divinos o sobrenaturales, o doctrinas basadas en su existencia.

INDIFERENTISMO RELIGIOSO

Esta doctrina promueve una actitud de cierto interés por la religión y, al mismo tiempo, de desinterés por las religiones, porque todas son iguales y del mismo valor. Este fenómeno religioso coloca en el mismo plano a todas las religiones, rechazando la posibilidad de que una cualquiera se asigne a sí misma un valor absoluto.

AGNOSTICISMO

Se basa más en lo científico, entonces para no reprimir la investigación científica, el agnosticismo no niega ni afirma la existencia de Dios o lo absoluto. Se limita a afirmar que no poseemos, desde el punto de vista científico y cognitivo, instrumentos racionales adecuados para afirmar o negar tales realidades.

Explica que estamos limitados a lo estrictamente vinculado con la experiencia, es decir, con aquello que podemos experimentar: el mundo a nuestro alrededor, nuestras mentes y nosotros mismos.

Existe el teísmo agnóstico cree que "existe algún dios", pero que es casi imposible de demostrar. Los agnósticos cristianos practican una forma distinta de agnosticismo que se aplica no a la existencia sino a las "propiedades" de Dios. Aseguran que es imposible estar seguro de nada más allá de la doctrina de la fe cristiana: Creer que Dios existe, que Jesús tuvo una relación especial con Él (de algún modo divina) y que Dios debe ser adorado.

AUTOR:

CHARLES DARWIN: Fue un naturalista inglés, reconocido por ser el científico más influyente de los que plantearon la idea de la evolución biológica a través de la selección natural, cuestionó el origen divino de la vida que la religión había propuesto e intentó encontrar una explicación científica a por qué los seres vivos son como son. El agnosticismo de Darwin partía de la idea de que admitía la existencia de Dios, pero no se podía demostrar.

Al analizar la cantidad de dolor del mundo, se le venía la idea de que eso no era compatible con un Dios benevolente, sino que se trataba de las leyes duras de la naturaleza. Sin embargo, al final de su vida, a pesar de este escepticismo, reconocía que “el misterio del principio de todas las cosas es insoluble para todos nosotros, y yo al menos debo contentarme con seguir siendo agnóstico”.

Para Darwin, la crueldad y el sufrimiento de un mundo donde morían niños inocentes como su querida Annie (estuvo desaparecida pero se dice que murió de tuberculosis), no parecían compatibles con la existencia de un Dios omnipotente que se preocupara por sus criaturas. Sin embargo, el padre de la Evolución nunca quiso definirse públicamente como ateo, y en una ocasión escribió que «el agnosticismo es una descripción más correcta de mi postura».

ACTUALMENTE:

El fisiólogo alemán Emil du Bois-Reymond expresó el célebre apotegma (frase que expresa un pensamiento) Ignoramus et ignorabimus (ignoramos e ignoraremos) que se ha convertido en una consigna del agnosticismo contemporáneo. Se trata de un método, no de un fin, que en la contemporaneidad se ha focalizado en la cuestión de lo trascendente hasta convertirse en una tercera posición religiosa que difiere del ateísmo y del teísmo o el deísmo.

 

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