MI EXPERIENCIA RELIGIOSA

 

Retiro de Emaús- Nov 25 del 2018

Dios llegó en el momento indicado. Siempre he sido creyente pero no era entregada, no oraba, no agradecía, ni valoraba su presencia. Tuve mi primer encuentro real con Él en un retiro de Emaús. Cambió mi vida, mi forma de ver las cosas, aprendí a reconocer a las personas que me hacían daño y no aportaban nada a mi crecimiento personal. Supe que todo era parte de un propósito, que Dios tenía mejores planes para mí.

Durante todo este camino hubo un versículo que se volvió un adagio para mí “Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú desconoces…” Jeremías 33:3. Y así fue, yo clamé y Él vino a iluminar mi vida, a hacerme fuerte. Desde entonces soy fiel seguidora de la palabra de Cristo. Es mi fortaleza. Si sé de alguien que lo necesita, no dudo en recalcarle que no ha venido solo, que Dios siempre está ahí, simplemente “hay que pedirle en oración y de corazón, y creyendo, lo recibirás” Mateo 21:22.

Dios restauró y renovó todo lo que creí que estaba perdido.  Ahora mismo, no tengo dudas de todo lo que ha hecho en mí, me sanó y me liberó.

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